Llegué a quorinaxelo con deudas que me agobiaban desde hacía años. Tenía tres tarjetas de crédito al límite y no sabía por dónde empezar. En mi primera semana con el programa, ya había identificado €400 mensuales que estaba malgastando sin darme cuenta.
Para la tercera semana, había restructurado completamente mi sistema de pagos y negociado mejores condiciones con mis acreedores. Lo que más me sorprendió fue lo rápido que cambió mi perspectiva — pasé del pánico financiero a sentir control total sobre mi dinero.